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La clasificación energética de un electrodoméstico queda reflejada en su etiqueta, en la cual se indicará su nivel de eficiencia energética con una escala de la A a la G, donde A será el nivel máximo y G el mínimo.
Este es el sensor que se encargará, durante el lavado de tu vajilla, de analizar la turbiedad del agua. Así, establecerá según esta información, el tiempo de lavado, la temperatura y la cantidad de agua necesarias.
En la pantalla/Display de tu electrodoméstico podrás visionar todas las funciones escogidas para su funcionamiento, como el tiempo restante o su programación. También te avisará de manera visual de cualquier fallo o alerta que debas tener en cuenta.
Con la función de inicio diferido vas a poder programar tu lavado como prefieras. Podrás retrasar el comienzo de tu ciclo hasta el momento que te venga mejor para después encargarte de tu carga. Te organizarás a la perfección.
La sal en tu lavavajillas es la encargada de ablandar el agua para evitar los restos de cal. El indicador de sal te avisará de forma visual cuando sea necesario añadir este elemento a la máquina para un óptimo funcionamiento.
Con este indicador luminoso sabrás exactamente cuando este elemento debe ser añadido. El abrillantador permite un mejor secado de tu vajilla e impide que a tus piezas les salgan manchas y rayas, aportando también un mayor brillo.
