La clasificación energética de un electrodoméstico queda reflejada en su etiqueta, en la cual se indicará su nivel de eficiencia energética con una escala de la A a la G, donde A será el nivel máximo y G el mínimo.

El frío se reparte de forma homogénea evitando la generación de escarcha ya que la humedad no se condensa gracias a este sistema con ventiladores. Así no tendrás que descongelar de forma manual el electrodoméstico cada cierto tiempo.

Con este elemento en tu nevera podrás dejar más libres los balcones de la puerta y almacenarás tus botellas en una posición segura. En el botellero, estas no podrán rodar por la balda ni caerse con un movimiento brusco de la puerta.

Motor que ayuda a ahorrar energía, alarga la vida de la lavadora y hace una colada mucho más silenciosa. Al eliminar piezas que ejercían rozamiento en su funcionamiento, el mecanismo se desgasta menos para durar más.

Además de ofrecerte más capacidad, mantiene los alimentos a su temperatura idónea para que se conserven más tiempo. Una temperatura constante de 0ºC en su interior logrará que carnes y pescados se mantengan perfectos.

Que tu electrodoméstico esté equipado con luz LED quiere decir que te aportará una buena iluminación, pero con un mejor ahorro de consumo de electricidad. Las luces LED consumen menos que las bombillas tradicionales y son más resistentes.