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Conseguir un arroz suelto, en su punto exacto de cocción y sin esfuerzo es el objetivo que tantas veces se nos frustra, pero aquí tenemos una perfecta solución. Las arroceras están diseñadas precisamente para eso: facilitar la preparación del arroz sin necesidad de estar pendiente del fuego, del agua o del tiempo.
Este pequeño electrodoméstico de cocina se está popularizando tanto entre quienes cocinan con frecuencia como en hogares donde se busca simplemente ahorrar tiempo. Y no es para menos, gracias a su sistema de cocción automático, las arroceras permiten obtener resultados constantes y óptimos, incluso para personas con poca experiencia culinaria.
Por otro lado, los cocedores a vapor están diseñados para cocinar alimentos sin grasas añadidas, preservando mejor sus nutrientes, textura y sabor. Gracias a su sistema de cocción uniforme y al uso exclusivo del vapor como fuente de calor, los cocedores a vapor son ideales para cocinar verduras, pescados, carnes, arroces o incluso huevos, manteniendo las propiedades originales de los ingredientes.
Una arrocera es un aparato de cocina que cuece arroz de forma automática, gracias a un sistema de calor uniforme controlado por un temporizador o sensor. Basta con añadir la cantidad adecuada de arroz y agua, cerrar la tapa y encender el dispositivo. La máquina regula por sí sola la temperatura y el tiempo de cocción y, una vez finalizado el proceso, se activa el modo de mantenimiento en caliente para que el arroz no se enfríe.
Su funcionamiento se basa en una resistencia interna que calienta un bol o recipiente desmontable. Este sistema es especialmente eficaz para lograr una cocción homogénea, sin que el arroz se pegue ni quede crudo o pasado. El resultado es un arroz con textura ideal, ya sea para acompañar guisos, preparar platos orientales o servir como base de recetas más elaboradas. ¿Qué ventajas ofrece? No te confundas, va más allá del ahorro de tiempo:
Un cocedor a vapor es un pequeño electrodoméstico compuesto por una base con depósito de agua, uno o varios recipientes apilables y una tapa que ayuda a mantener el calor. El funcionamiento es muy sencillo: el agua del depósito se calienta, genera vapor y este circula por los compartimentos superiores, cocinando los alimentos de manera suave, sin necesidad de aceite ni contacto directo con el líquido.
El vapor rodea los ingredientes, lo que permite una cocción homogénea y delicada. Esto resulta especialmente útil en preparaciones que requieren mantener la estructura del alimento, como pescados blancos, vegetales tiernos o alimentos para bebés.
